
La Ruptura Del Arte Por Marcel Duchamp
(Cuando un mingitorio se convirtió en una obra de arte)
Intentar entender a un artista es una labor complicada, pues todo su trabajo es una expresión de su mundo interior. Marcel Duchamp no es la excepción, aunque podría considerársele como tal. Nacido en Francia el 28 de Julio del siglo antepasado, creció rodeado de muchos estilos distintos de arte, además de experimentó la transición al nuevo siglo en papel. Comenzó haciendo dibujos en acuarela y pinturas expresionistas, después profundizo en el cubismo. Desde sus años de adolescente, Marcel tenía ganas de adentrarse en el arte para deconstruirlo.
“Desnudo bajando una escalera N. 2” (1912) de Marcel Duchamp
“Me he forzado a contradecirme para evitar conformarme a mi propio gusto”
-Marcel Duchamp
Esa provocación lo acompañaría en su juventud, en la que experimentó con distintos estilos sin ser fiel completamente a uno. Creía que la repetición o la asentación por un estilo era la muerte de la verdadera creatividad. Por esta razón dejó de pintar, a pesar de ser muy bueno en ello.
Los ready-mades
“No puedes definir la electricidad. Lo mismo se puede decir del arte. Es como una corriente interna en el ser humano, o algo que no necesita definición.”
-Marcel Duchamp
Duchamp insistía en que el arte debía provocar a la mente en vez de complacer la vista, quería cambiar la idea de lo que significa una obra de arte. De esta idea nacieron los ready-mades. Objetos ordinarios producidos en masa que él seleccionó personalmente para luego colocarlos en el contexto del arte con la intención de crear nuevos pensamientos sobre ellos. Esto provocó a muchas personas porque ahora el arte no vendría de manos del artista, y siendo así ¿Se le consideraría arte todavía? Este fue el caso de su obra titulada “La fuente”. Un urinal común y corriente que tenía una firma y un título. Como era de esperarse, fue retirada de la exposición.
“La fuente” (1917) de Marcel Duchamp, fotografiada por Alfred Stieglitz.
Los ready-mades retaban los conceptos de originalidad y autoría porque la materia no le pertenecía al artista, solo la idea sobre la cual se colocó el objeto. La gente se volvió loca. En una época de cuestionamiento, no solo artístico, sino también social, el proceso creativo era sustraído del arte y esta se seguía mostrando como tal. La pregunta ahora era. ¿Qué es arte?
La mente del creador
No me atrevo a contestar esa pregunta ni desde mi punto de vista y menos desde el de Duchamp, pero intentaré adentrarme en algunos conceptos para entenderlo mejor.
Las artes plásticas juegan con el principio de identidad. Todo el placer deriva de la sustitución o la posibilidad de sustituir. Por esto se refiere a reemplazar una cosa en su forma convencional por un símbolo nuevo o hacer una copia de este que sirvió como modelo. Si pintas una pera, la pintura solo es la representación de la pera, no la pera en sí. Los códigos que representan algo son como los diagramas de estadística sobre las realidades humanas que expresan. Podría describírsele como mirar las cosas desde solo un ángulo o simplificarlas demasiado.
Entonces, a partir de esto, considera la obra de arte en su totalidad, no solo el producto terminado. Para Duchamp, el artista era tan importante como la obra en sí.
Fotografía de Marcel Duchamp con “Rueda de bicicleta·.
“No creo en el arte. Creo en el artista.”
-Marcel Duchamp
El arte ya no se trataba de lo que el espectador viera y le provocara, sino lo que el espectador creara en su cabeza. La cualidad de arte ya no era otorgada por la maestría de una técnica o preciso de los detalles. Solo bastaba cambiar el contexto y la situación para que un objeto cotidiano fuera arte. Duchamp se adelantó al arte conceptual.
“DUCHAMP: Esparciremos el arte conceptual en el mundo, y los artistas no tendrán que volver a esforzarse ni preocuparse por tener talento.
KOBAL: Ah sí ¿y dónde lo van a anunciar?
DUCHAMP: La destrucción es un concepto, el apocalipsis es una obra de arte que sucede en la mente de las personas que lo anuncian o lo temen. Es verdad y por tanto inevitable.”
– Fragmento de Pedazos de Apocalípsis de Martín López Brie.
No se puede negar que Marcel Duchamp es uno de los más grandes artistas de su generación y más aún, uno de los más influyentes de la nuestra.
Para terminar, quiero hablar de un performance que sucedió en Francia en el 2004. Una réplica de “La fuente” estaba siendo expuesta cuando el artista Pierre Pinoncelli la dañó con un martillo justificando su acto en que era parte del performance. La policía no estaba muy convencida, pero me quedo especulando si el mismo Duchamp habría encontrado el acto performativo como una muestra de creatividad y originalidad. Jamás lo sabremos. Aunque sería una curiosa coincidencia. Un hombre rompiendo un mingitorio que fue arte del hombre que con un mingitorio rompió el arte misma.
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Mariah
Me encantó! Muy interesante