
La Experiencia Estética
“Lo bello y lo feo es uno de los objetivos finales de la estética”.
– Marta Zatonyi
Mis padres cuentan que cuando era una niña fueron llamados a una junta en la escuela. El motivo de la reunión era mi léxico:
-Estamos preocupados porque Ximena usa
palabras muy elevadas y los niños no la entienden-.
No me consta, pero tampoco me sorprende, ya que este sigue siendo un problema en mi vida: hablo y hablo esperando que todo el mundo comprenda lo que digo, pero no estoy en Marte y nadie es un marciano.Mi plan era estudiar Filosofía y por eso entré a Área IV en la preparatoria. Tuve mi primer acercamiento a materias como Sociología, Filosofía e Historia del Arte. El primer día éramos diez individuos en el salón, una semana después quedamos tres. Me causaba cierto placer pertenecer al club de adictos al cine de arte y lecturas que la mayoría leerían con los pies en una cubeta de agua helada. Fue en la materia de Historia del Arte donde se nos preguntó qué pensábamos que es la experiencia estética. A lo cual yo respondí:
-Ah, claro, algo bonito o perfecto. La réplica me puso en jaque:
-¿Entonces Duchamp no es estético?
Permanecí callada. La realidad es que nadie en el salón tenía la menor idea. Pensábamos en la estética como cánones de belleza, cosas bellas para el hombre. Revisando mis textos encontré el uso constante del concepto “experiencia estética”. Desde que conozco a qué se refiere me he dedicado a profundizar un poco más sobre el tema. Retomando aquel primer acercamiento me reformulo la pregunta: ¿Qué es la experiencia estética?

“Personalidades” (2020) de Ximena Wohlmuth.
La estética es una experiencia que en sí misma contiene satisfacción y finalidad.
No busca utilidad ni beneficio, no depende de intereses y vivencias personales.
Es un encuentro con el mundo, los objetos y fenómenos.
Tiene en común la capacidad de producir placer, conocimiento y emociones.
Después de esa clase, la maestra nos asignó buscar una experiencia estética en lo cotidiano. “Quien logre encontrar ese momento de belleza estética en lo cotidiano podrá encontrarlo en cualquier museo”, dijo.
Exploré en mis archivos y a continuación dejaré aquella asignatura:
La inmovilidad del vehículo que conduzco en el tráfico nocturno siempre evoca en mí melancolía. Alrededor de las 8:00 p.m. me encuentro frente a una interminable fila de autos con conductores desesperados, estresados o quizá agotados. Pertenezco al grupo que simplemente pisa el clutch y mueve al volante cansada. Miro hacía el cielo. No ha oscurecido por completo y con la luz que sobra del día veo la silueta nítida de un árbol. Observo aquel respiro natural en el caos urbano. Sé que más adelante en el camino, la noche será demasiado oscura.
El semáforo marca luz verde. Debo manejar hacía el camino inmerso en la oscuridad. El lugar desaparece, pero mi sombra llevará por siempre lo que sucedió. Es imposible arrancar la sombra de mis pies.

“Sombras detrás” (2017) de Diana L. Espinosa.
La experiencia estética es la respuesta del hombre ante un objeto o evento que adquiere valor y sentido al ser apreciado. Si logras encontrar una experiencia estética en el tráfico, en tu regadera o en un oloroso bote de basura, seguro la verás algún día en un museo. Te invito a abrir tus sentidos y encontrar arte donde menos lo esperes. Pon atención a tus sensaciones corporales, tus pensamientos y observa: sabrás lo que es una experiencia estética.

“El mar que no moja” (2018) de Diana L. Espinosa. En basurero a cielo abierto de Xochiaca.
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