
El Arte De La Protesta
Seis Años Después Del Caso Ayotzinapa
El 16 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Esa era la única certeza que teníamos al respecto. No supimos quiénes fueron los encargados de semejante acto, tampoco supimos qué fue lo que les hicieron ni dónde quedaron sus restos. La única verdad que teníamos era que había 43 bancas vacías.
Las estadísticas de desaparición forzada en México son avasalladoras. Después de lo sucedido en Ayotzinapa, hubo muchas dudas al respecto, hasta que dieron una versión oficial de los hechos. La llamada “verdad histórica” afirmaba que narcotraficantes asesinaron a los estudiantes, quemaron sus cuerpos en un basurero y después arrojaron sus restos a un río, porque creyeron que pertenecían a un cartel rival. Pero la gente no se quedó conforme con esa declaración. Había una versión que decía que la policía levantó a los estudiantes, los torturaron y después los entregaron al narco para deshacerse de ellos. Los padres de los normalistas al no estar de acuerdo con la versión “oficial”, se pusieron en marcha para exigir que les devolvieran a sus hijos.
México se detuvo. La prensa internacional se mantuvo al pendiente de los hechos mientras los mexicanos exigían justicia para los desaparecidos. Marchas en ciudades clave del país, así como la capital, fueron el rostro de aquellos a quienes borraron del mapa. Miles de personas mostraban su inconformidad ante lo sucedido y en las calles se escuchaban gritos de protesta.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos.”
El número 43 nunca sería igual.
Seis años después se logró lo que parecía imposible. Los restos de uno de los estudiantes fueron identificados por especialistas comprobando que habían sido asesinados. La “verdad histórica” es ahora cuestionada pues el caso de los normalistas sigue abierto.
Un arte estridente
Desde el 2014, el arte se convirtió en uno de los medios más importantes para que el fuego de la búsqueda de los estudiantes no se apagara. Exposiciones, canciones, instalaciones, obras de teatro, murales, pinturas, textos, todo aquel que pudo habló del tema para que la gente midiera la magnitud de lo ocurrido. El luto se expresaba con versos y el arte dejaba de pertenecer al artista para ser entregada al pueblo. Era un arte para la comunidad, no para la contemplación sino para la acción.
“Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras
Los muertos tienen manos”
Fragmento del poema Ayotzinapa de David Huerta
Una de las premisas mas importantes era el recuerdo. Dejar de pasar desapercibidas todas las desapariciones a la gente que alza la voz en nuestro país.
Himnos de protesta
En todo México se escuchaban cantos inspirados en los estudiantes, por ejemplo la canción “For Those” de Lengualerta.
“Esta va por todos los caídos
por los desaparecidos
porque aunque es duro el camino
no nos damos por vencidos.”
Otro ejemplo es la canción “Los 43” de Roby Calavera, cuyo vídeo se hizo en colaboración con Ilustradores con Ayotzinapa. Un grupo de artistas que contribuyeron a la permanencia de la memoria a partir de interpretaciones libres de los retratos de los estudiantes. Puedes encontrar la galería en: https://ilustradoresconayotzinapa.tumblr.com/
“los desaparecidos somos todos”
Saúl Hernández, vocalista de Caifanes, compuso la canción “Fuerte”, para honrar la memoria de los desaparecidos y recordarnos que aunque no están con nosotros, sus voces se escuchan más fuerte que nunca. Otra más de muchas canciones que se hicieron para mantener vivo su legado.
“Podrás quemar toda mi historia
Podrás quitarme la razón
Podrás esconderme la memoria
Pero jamás mi corazón”
Sus rostros, nuestros rostros
Tanto fue el ruido que se hizo por ocurrido en México, que el artista Ai Weiwei se sumó a la protesta con su obra “Restablecer memorias” (2019) expuesta en el MUAC en la cual exploraba las consecuencias de la desaparición de los 43 estudiantes en la sociedad mexicana. La exposición constaba de retratos de los normalistas creados con piezas de Lego y un filme documental sobre lo sucedido.
“Restablecer memorias” (2019) de Ai Weiwei,
Disponible en: https://muac.unam.mx/exposicion/ai-weiwei
Por otra parte, el artista Rafael Lozano-Hemmer, creó una pieza interactiva llamada “Nivel de Confianza” (2015) que constaba de una cámara de reconocimiento facial que, cuando te parabas frente a ella, comparaba tus rasgos y te mostraba la foto de un normalista con rasgos parecidos a los tuyos. La cámara no encontraría una coincidencia exacta, pero te pondría en frente varios rostros dependiendo del ángulo en el que te colocaras.
“Nivel de Confianza” (2015) de Rafael Lozano-Hemmer, fotografía: Antimodular Research,
disponible en: www.lozano-hemmer.com
Seis años después la conversación sobre Ayotzinapa se abre de nuevo. Hay muchas expresiones artísticas que han llevado la memoria de lo ocurrido a los estudiantes a nuevas fronteras, transformando al arte en un medio para mostrar la inconformidad de un pueblo y podemos estar seguros de que no cesará la protesta.
Porque la búsqueda continua.
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