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Ser O No Ser Tolerante

“La tolerancia se vuelve un crimen cuando se aplica al mal.”
-Thomas Mann

Cuando hablamos sobre la tolerancia vienen muchas cosas a nuestra cabeza. Nos han enseñado que tolerar es a veces sinónimo de aguantar, soportar, lidiar y es una significación que encontramos mayormente en lo social. La relación con las personas se ve determinada por la afinidad de pensamiento que tienen los interlocutores. Es mucho más sencillo hablar con una persona que está de acuerdo contigo en algún tema, que con alguien que no comparte tu visión de las cosas. Al final del día todos tenemos opiniones distintas y la libertad de externarlas a voluntad.

The Tolerance Traveling Poster Show

Imagen Obtenida de: Hay Derecho.

Bendita libertad de expresión, bendita capacidad de decir lo que se nos antoje, cuando se nos antoje. Tan fuerte e importante es la capacidad de expresar nuestros pensamientos que estamos protegidos legalmente por la Constitución Mexicana y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Artículo 6°: La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público.

Artículo 7°: Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 19°: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

En otras palabras, somos libres de hablar lo que nos plazca…

¿Somos realmente libres?

Cada día confirmo más que la libertad de expresión no implica solo libre albedrio. No. Que tengamos la capacidad y la libertad de expresarnos no significa que no haya una responsabilidad al respecto. Muchas veces he entrado en conflicto con personas por cómo se expresan de los demás, creo que las palabras no son solo ideas aventadas al aire. Las palabras son la base del pensamiento pues todo aquello que expresamos es un reflejo de nuestro mundo interior. Así como concebimos el mundo, lo expresamos.

Las palabras son capaces de levantar o tumbar sociedades, de crear o destruir a una persona y yéndonos a las escalas más grandes, de controlar masas con el poder de un texto ancestral o una idea de superioridad. En el lenguaje se encuentran todos estos factores. Es lo que pasa con situaciones como el uso del lenguaje inclusivo, o el desuso de palabras sexistas, racistas, clasistas o homofóbicas.

Free Speech Fight, 1912 |Free Speech Fight. Imagen obtenida de: Black Dot Museum.

Pero está bien, ¿no? Son solo palabras, se nos pueden resbalar los discursos de odio si no les prestamos atención. Podemos ser tolerantes contra aquellos que no lo son. Podemos ser tolerantes…

Nunca me gustó esa palabra.

Tolerancia: actitud de la persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de personas que no coincidan con las propias. Proviene del latín tolerare (soportar, aguantar)

Un día en la universidad, hablábamos sobre la tolerancia con mi maestra de actuación y ella dijo algo que se me quedó grabado mucho tiempo. Dijo que tolerar era eso que dije al principio (yo no sabía hasta hace un momento que era la raíz griega): soportar, aguantar, y que muchas veces se utilizaba el termino para contrarrestar luchas políticas. Por medio de alegar lo contrario, un discurso político se puede ver momentáneamente estancado. Un lado llama al otro intolerante y el otro contesta lo mismo.

No creo ser nadie para determinar quién o qué es intolerante, pero me atrevo a plantearlo de una manera muy simple.

La intolerancia es todo aquel discurso que atente contra la integridad de una persona ya sea por su sexo, género, religión, raza, orientación sexual. Cualquier intento por limitar, reducir o privar a alguien de su libertad de ser, es intolerante.

El problema es que hay gente que escuda todos esos discursos en su libertad de expresión sin darse cuenta de que las palabras son el inicio de la violencia.

Mucho tiempo pensé que me había topado con pared, hasta que encontré una imagen muy interesante. Exponía algo llamado “La paradoja de la intolerancia”, la cual hablaba sobre cómo las personas no debemos tolerar la intolerancia a pesar de que la gente sea libre de expresarse. Un concepto muy sencillo de plantear, pero difícil de entender, sobre todo por la gente que es muy arraigada a sus creencias. Esta paradoja la expone un filósofo llamado Karl Popper en su libro La sociedad abierta y sus enemigos.

Imagen

Karl Popper dice:

La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia.

Entonces existe una contradicción en la que, si el “tolerante” no tolera al intolerante, por consecuencia se vuelve intolerante.

Según un artículo de la universidad de Stanford sobre la tolerancia es necesario diferenciar entre un concepto general y un concepto especifico. En un concepto específico de tolerancia esta tiene las siguientes características:

-Se debe considerar objetable, siendo importante si es incorrecta o mala. Si no es objetable no hablamos de tolerancia sino de “indiferencia o afirmación”.
-El componente de objeción debe equilibrarse con un componente de aceptación. No elimina el juicio negativo, pero da razones positivas que prevalecen sobre las negativas (si es que las hay).
-Se establece el límite de la tolerancia. Se encuentra en el punto dónde los motivos de rechazo son más fuertes que los de aceptación.

Hay tres límites en esta interpretación del concepto de tolerancia:

El primero está entre aquello con lo que uno está de acuerdo y sus prácticas.
El segundo con creencias que uno encuentra mal, pero son tolerables.
El tercero con prácticas que son intolerables y por lo tanto rechazable.

Finalmente se puede hablar solo de la tolerancia cuando esta se practica voluntariamente y no a la fuerza, porque de lo contrario se trataría de sufrir o soportar cosas ante las que uno se encuentra impotente.

Mirko Ilić Blog: Communication Arts - Design Annual 61“Tolerance” (2020) de Leo Lin. Imagen obtenida de: Mirko Ílic Blog

Entonces el acto de ser tolerantes es una acción deliberada con respecto a algo que no nos agrada. En el ámbito social esto generalmente sucede cuando hay prácticas que no nos incluyen a nosotros, pero nos resultan incomodas. Esa incomodidad nace de ideas preconcebidas en las que seguimos un lineamiento planteado por alguien más.

El ejemplo más común es el religioso, pero últimamente son más sonados los casos de equidad de género, raza, clase social, identidad y orientación sexual.

El conflicto nace a partir de que el otro no encaja con lo que nosotros pensamos. Y repito, todos tienen la opción de pensar y concebir el mundo como quieran, solo que eventualmente deben hacer las paces con lo que no está en su poder determinar. Tenemos que entender que siempre y cuando la manera de ser, actuar y expresarse de otras personas no atente contra la integridad de nadie, nuestra opinión será solo eso. Una opinión de muchas.

Mi opinión es la siguiente:

los discursos de odio, toda aquella ideología que suprima los derechos de alguien más y que además lo festeje, no tiene lugar en una sociedad como la actual. Estudiamos el pasado para no repetir los mismos errores y siempre que alguien se siente superior a otro, termina mal. Tal vez la opción no sea la censura, pero sí decidir qué se fomenta y qué no.

La ONU festeja en noviembre el Día Internacional de la Tolerancia con la intención de que la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización se acaben, pues son las formas más comunes de intolerancia.

Nuevas maneras

No me gusta la palabra tolerancia por lo que significa. Soportamos todo aquello que no nos gusta porque no somos capaces de aceptar que el mundo es una gama amplia de colores que no son los nuestros. Mientras más pronto aceptemos que hay cosas que no están en nuestro control, más rápido podremos dejar de aferrarnos a las ideas.

Creo que más allá de la tolerancia a lo que debemos aspirar es a la aceptación. Aceptar al otro, aceptar su individualidad y sus decisiones. Quién sabe, tal vez algún día podamos aceptarnos a nosotros mismos también.

“La vida es una serie de cambios espontáneos y naturales. No los resistas: eso solo crea dolor. Deja que la realidad sea realidad. Deja que las cosas fluyan hacia delante de la forma que quieran hacerlo.”
-Lao Tzu

Imagen obtenida destacada de: CNN.


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