
Filosofía Hoy: ¿Obsoleta O Desconocida?
Aunque se trata de una celebración que se practica desde el 2002, fue hasta el 2005 en que la UNESCO declarara que el tercer jueves de noviembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Filosofía. Para este año 2021, esta celebración se llevará a cabo el día 18 de noviembre.
Hoy en día, cuando hablamos sobre filosofía, solemos pensar en el trabajo académico que acompaña a esta disciplina del pensamiento intelectual. La imagen del filósofo es la de Sartre, de Heidegger o de Foucault. Un personaje de anteojos, muy docto y erudito, aquel intelectual que piensa lo que las demás personas, las personas no-filósofas, no piensan. Un personaje que da entrevistas en un estudio amplio, con las cuatro paredes ocupadas por libreros atascados de enciclopedias, grandes tomos de historia de filosofía, y cientos, o quizá miles, de los libros más importantes que ha producido el intelecto humano.
Esta imagen del filósofo y, en consecuencia, de la filosofía, obedece solo a una de las transformaciones que ha sufrido esta disciplina a partir de la modernidad; incluso, quizá, desde la Edad Media. La filosofía como un saber destinado a unos pocos, oculta al resto de personas no-filósofas, exclusiva para los eruditos que dedican su vida entera a leer y escribir tratados.
Y es en este marco de las celebraciones del Día Mundial de la Filosofía que cabe preguntarnos: Y… ¿para qué queremos filosofía?, ¿De qué manera la filosofía sigue siendo relevante para mi vida diaria?, ¿en realidad la filosofía sigue siendo vigente, o es, por el contrario, un saber que deberíamos desechar?
Filosofía: La búsqueda de la sabiduría
En su sentido originario, la filosofía no era lo que se ha relatado con anterioridad. No era una práctica destinada a unos pocos, ni relegada a las aulas o a las bibliotecas. Cuando nació la Filosofía nació en la calle. Era, pues, una disciplina del alma destinada a la transformación del Ser de la persona practicante. Si bien, no era restrictiva en cuanto a las personas que podían practicarla (originariamente), esto no quiere decir que fuese un camino sencillo de recorrer. Menos aún sucedía que todas las personas fueran filósofas. No obstante, todas las personas podían tener acceso a la práctica.

Filosofía 1.2 Platón. Imagen obtenida de: Cuarto Oscuro.
La filosofía era una disciplina de contemplación crítica y de reflexión rigurosa, una vía de conocimiento de sí mismo, una práctica del cuidado de sí. Conocerse a sí mismo y cuidar de sí. Este sentido originario de la filosofía que nos recuerda Sócrates, y del cual serán fieles herederos los filósofos de las escuelas socráticas menores: cinismo, estoicismo y epicureísmo.
El carácter riguroso, reflexivo y subversivo de la pregunta filosófica invita a la reflexión y cuestionamiento crítico de nosotros mismos y del mundo en que habitamos. Por ello es que es una práctica de transformación, pues el conocimiento de uno mismo transforma el ethos y también permite reconfigurar nuestro mundo. Por ello es que vuelvo mi interés sobre este aspecto público de la Filosofía, en donde toda persona puede tener acceso a una introspección filosófica que sirva para transformar su Ser y, con ello, su entorno.
Una persona que consiga que su práctica de vida se aproxime a estas ideas e intenciones, estará en búsqueda de la sabiduría. O, dicho de otra forma, será una filósofa.
Recobrar este sentido de la filosofía implica entender que nunca es demasiado tarde ni demasiado temprano para filosofar. Cualquier persona que se someta a sí misma al riguroso autoexamen y que aprenda a escuchar bien a su daimon, podrá alcanzar un cierto grado de sabiduría. Esto conforma también un carácter terapéutico de la filosofía.
¿Para qué queremos la filosofía?
La Filosofía ha sido, desde su concepción, una corriente del pensamiento que nos permite someter a un escrutinio crítico la condición humana. Y esto, por supuesto, se extiende a otras ramas del pensamiento humano.
Hemos dejado la verdad en las manos de la ciencia, que, en su labor de doctrina exacta, no da lugar a la pluralidad y al carácter múltiple y cambiante del ser humano. La filosofía viene a satisfacer la necesidad de un espacio dialógico, en donde puedan converger diferentes saberes, para conformar y reconstruir la verdad a partir de un ejercicio de contemplación, indagación y reflexión crítica y rigurosa.
Un ejemplo de ello es el de la psicología. Se vuelve necesario recobrar este aspecto práctico de la filosofía en tanto que el escrutinio del carácter ya no está determinado por el saber escucharnos, sino que lo determinan las ciencias de la psicología cognitiva y conductual.
Y el riesgo que eso conlleva es lo que describe el psicoanalista Darian Leader; pues ciertas condiciones psicoemocionales, como la depresión o la ansiedad, son entendidas solo desde su aspecto biológico o químico.
Al no tener una perspectiva crítica de las ciencias, no damos espacio para pensamientos o ideas alternativas que contribuyan a entender mejor el mundo y a nosotros mismos.
De manera que la filosofía nos brinda un espacio abierto de diálogo y reflexión, donde las múltiples voces pueden ser escuchadas para entender la realidad y transformar el mundo.
Volver cotidiana la Filosofía
¿De qué manera podemos recobrar el sentido originario de la filosofía que se ha descrito anteriormente?, ¿Cómo podemos combatir a una academia que ha secuestrado a la filosofía y la ha hecho suya, alejándola del ágora pública a la que pertenece?, ¿Cómo volver cotidiana la Filosofía?
Este interés por volver pública la reflexión filosófica, no demerita el trabajo académico de la filosofía, del cual dependen muchos aspectos de la vida humana contemporánea y sin el cual no podríamos entender el mundo desde una postura crítica y de subversión que invite al cambio. Pero si olvidamos este sentido originario de la filosofía y la función práctica que tiene de responder a un problema intrínseco y cotidiano de la humanidad, entonces el trabajo académico dentro de las aulas y los institutos será vacío e insípido.
Existen algunas personas que se han dedicado a esta labor: no la de divulgar a la filosofía, sino la de popularizarla, vulgarizarla: volverla cotidiana, digerible y, sobre todo, de fácil acceso para todas y todos.
Un ejemplo de lo anterior es el Proyecto Boecio, quien fue iniciado por el filósofo español José Barrientos. El Proyecto Boecio tiene como finalidad el llevar la reflexión filosófica y las prácticas de la filosofía aplicada a las prisiones; en donde las personas privadas de su libertad tendrán un espacio de autocrítica, reflexión y diálogo consigo mismas y con las demás. El Proyecto Boecio también ha sido aplicado en centros penitenciarios de México.
(Te dejamos un video en el que se expone más sobre este proyecto en nuestro país)
El Grupo MARFIL, por su parte, es una agrupación de origen colombiano que se dedica a la educación filosófica y la creatividad social. Su labor va desde la investigación hasta la impartición de cursos y talleres formativos para personas que deseen hacer filosofía para niños; así como intervenciones que promueven el fortalecimiento de las habilidades éticas de las personas a través del diálogo, con la finalidad de crear mejores condiciones de vida para las comunidades marginadas.
Estos dos proyectos son el ejemplo de cómo la filosofía, más allá del trabajo académico que llevan a cabo las grandes universidades o instituciones educativas, sigue siendo una disciplina de importancia para mejorar la calidad de vida de las personas que atraviesan condiciones desfavorables.
Pero ejemplos como estos sobran en el mundo. En el 2005, la UNESCO publicó el libro Filosofía: Una escuela de la libertad, el cual recoge las prácticas filosóficas que se llevan a cabo en todo el mundo fuera de las Universidades. (Puedes descargar el libro de manera gratuita dando clic en el título de la obra).

José Barrientos. Fotografía obtenida de ABC de Sevilla.
Pero la filosofía es y debe ser una práctica que sirva a toda la comunidad global. Un espacio seguro y libre para el diálogo y la reflexión colectiva. La filosofía sigue siendo en nuestros días, la única disciplina del pensamiento que se dedica al pensamiento puro, sin pretensión de utilidad o de practicidad.
Si eres afín a la filosofía y te gustaría compartir un poco con nosotros, te invitamos a que estés atento a los cafés filosóficos que celebramos en eQultura cada 15 días por vía Zoom. Las invitaciones las encontrarás en nuestro feed de Instagram. ¡Te esperamos!
¿Y tú… qué otra función le encuentras a la filosofía en nuestro día a día?
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