
El Origén Detrás De Los Huevos De Pascua
Los huevos de pascua con sus colores y sabor a dulce y chocolate, nada parecen tener que ver con la Resurrección de Cristo y con el verdadero sentido de la Pascua. Sin embargo, la influencia de las diosas era tanta y los rituales de fertilidad tan importantes, que éstos se colaron, escondidos hasta nuestros días.
Algunos celebrarán el Domingo de Resurrección marcado en el Nuevo Testamento, otros la llegada de la primavera y la abundancia de la Tierra; mientras, el conejo de Pascua hará su aparición dejando pequeños huevos de colores por la casa para que niños y adultos los encuentren. Pero, ¿de dónde viene esta tradición? ¿Qué significa el conejo y por qué la Pascua lleva ese nombre?

Easter Rabbit Postcard (1906) de Darling and Company.
Origen
La pascua es una celebración cristiana, la más importante de esta religión. La palabra, curiosamente, proviene del hebreo “pésaj”, que significa “paso”. Los judíos por su parte conmemoran el Pésaj o “pascua judía” como la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, mientras que la religión cristiana conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado.

Liberación del pueblo judío por Moises. Obtenida de: JW.
Suena sencillo, pero detrás de esta importante fecha, hay una mezcla de tradiciones paganas y dioses de otras culturas y religiones.
Mitos paganos
Vayamos a uno de los mitos sobre el origen. La Pascua en los países anglosajones recibe el nombre de “Easter”, en honor al nombre de la diosa germánica de la primavera y de la fertilidad, Ostara o en antiguo inglés “Eostre”.
La diosa era una bella mujer de cabello largo, era la divinidad del alba radiante, de la luz naciente, y comúnmente se le representaba con larvas y huevos a su al rededor, elementos que simbolizan el nacimiento de una nueva vida, y con conejos y liebres, que representan la reproducción prolífica.

Representación de la diosa Ostara, diosa de la fertilidad.
Las festividades por Ostara se celebraban en grande, muy cerca del solsticio de primavera, se llamaban Las fiestas de Osterhase. Traían alegría y bendición, con cantos y comidas en jardines y bosques y marcaban el fin del invierno, de la época oscura, para dar paso a la época del renacimiento de la primavera y de la luz.
Los huevos eran elementos fundamentales en los rituales de este festejo, se intercambiaban entre ellos decorados con anagramas sagrados ¿no les suena familiar? Bueno pues así era.
y se creía que en ellos había un “germen del que brotaba y se creaba la vida en su interior” por eso simbolizaban el Renacimiento. .
Ostara era un festividad que traía alegría y bendición. Y si nos remontamos a otras culturas como la egipcia, la fenicia y la persa, podemos encontrar que ellos creían que el mundo había nacido de un huevo.
Los judíos, que después serán los primeros cristianos no estaban aislados, ni excentos de conocer y convivir con estos rituales ancestrales, que en realidad pertenecían a los poblados. Continuaban arraigados en la gente del campo que vivía o moría por las cosechas; por tanto la fertilidad de los mismas era motivo de gozo y ofrenda.
Sin embargo, chocarían después con las creencias sobrias del catolicismo, que conforme se extendía por todo el territorio europeo fue prohibiendo estas costumbres.
Y si recordamos que la más importante importante de todas es la Pascua, pues no sería la excepción. Buscarán entonces los líderes catolico-cristianos imponer los rituales tradicionales como liturgias, misas y rezos. Pero, las reminiscencias de estos festejos paganos se colaron con nuevos significados.
Fusión de los mitos paganos con el catolicismo
Vamos a ver, el primero en hacer esta fusión, por supuesto, fue Constantino en el siglo IV. De él, ya sabemos que permite el cristianismo, así como el que obliga a los obispos a ponerse de acuerdo en el Credo, y el que marcó en el calendario el cumpleaños de Jesús el 25 de diciembre en plenas fiestas saturninas.

Saturnalias: la celebración romana llena de excesos que después pasaría a convertirse en la fecha en la que se conmemora la Navidad.
Bueno, pues fue él también el que unió las antiguas creencias del renacer de la vida simbolizado en las diosas y la fertilidad de la primavera, con el renacer de Cristo, unificando además un símbolo pagano común como era el huevo con el “huevo rojo” como símbolo del milagro del Renacimiento de Cristo después de su pasión.
María Magdalena y… ¿el primer huevo de Pascua?
Cuenta la anécdota que Magadalena llegó a la corte de Tiberio, el emperador Romano que gobernaría del año 14 al 37, de nuestra era. Justo el tiempo de Jesús. María habló con firmeza en la corte, asegurando que Jesús era el mesías y que había resucitado.
Tiberio se río “¿de entre los muertos? -dijo ¿de ahí se levantó tu maestro?” “Por favor -continuó, ¿si eso es así que el huevo que traes contigo se pinte de rojo?” -La retó seguro del ridículo que ésta haría.
Pero de pronto “murmullo, silencio y asombro llenó la sala”: el huevo quedó teñido de rojo al instante en la mano de María que lo sostenía en alto.
Magdalena hasta el día de hoy es ilustrada en su iconografía más fiel y sagrada, con el huevo rojo en mano.
Ilustración de María Magdalena con el huevo rojo en la mano, simbolizando la resurrección de Jesús.
Muchos más significados tendrá después, sobretodo en relación con la mujer, su sangre y el sagrado femenino. Pero en aquél entonces quedó plasmado así, y se sabe que los apóstoles también lo incluyeron como símbolo de vida y resurrección,
haciendo hincapié que el rojo simbolizaba la sangre y pasión de cristo.
Constantino emperador, como buen heredero de ese Imperio Romano, conocía la narración oral de este milagro realizado por Magdalena, y lo tomó para incorporar las antiguas creencias con el recién permitido cristianismo y sus misterios; significaría una Nueva Vida.
Actualidad
Este es el punto de partida por el cual en Pascua se decoran y regalan huevos, y porque permanece un conejo presente que los trae: en la fusión de culturas y creencias que buscaban lo mismo: gozo, alegría, resurrección… vida.
Hoy, en prácticamente todo el mundo esta tradición permanece, con nuevos detalles y sabores, como el chocolate, que después de salir de nuestra tierra a Europa en el siglo XVI; serán los pasteleros alemanes del siglo XVIII; seguidos de los franceses e italianos los primeros que harán estos huevos de delicioso chocolate con regalos en el interior.

Huevos de Pascua de chocolate. Obtenido de: CukIT.
También es bien sabido que cuando las reglas de la cuaresma eran más estrictas, para los fieles católicos, no sólo no podían comer carne, sino tampoco sus derivados, y siendo la primavera la época más fértil de la gallinas, había excedente de huevos y los granjeros, cocían los huevos:
1. Para que duraran más tiempo.
2. Para llevarlos en Pascua, que las prohibiciones terminaban,
como regalo a los vecinos, por eso iban decorados.
Así también, nuevos significados se le han añadido al huevo y cascarón. Por ejemplo, algunos dicen que simbolizan el sepulcro de Cristo, sellado con una gran piedra, pero que así como un cascarón se rompe para dar paso a una nueva vida, así quedó el sepulcro abierto.
Entre una y otra historia y tradición, lo cierto es que el huevo es un símbolo universal de la vida y de la transformación. Y ahora comprendemos que une siglos de historia, diosas, milagros, sentido y trascendencia.
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