fbpx

Notre Dame: La Historia Más Allá Del Incendio

La historia de la catedral de Notre Dame de París tiene más de 850 años. Este edificio gótico resistente y que desafía ahora la gravedad sobrevivió durante siglos a los momentos más turbulentos del pasado de Francia. Surgió en el siglo XIX de una ruina cercana, gracias a un proyecto de restauración masivo.

Notre Dame es quizás el símbolo más famoso de Francia después de la Torre Eiffel: se encuentra todavía de pie en el corazón de la ciudad,  por un lado aceptando las reverencias de la gente por su majestuosidad y, por otro, enfrentando la tristeza del trágico suceso que la marcó hace un año.

Su historia cambió para siempre el lunes 15 de abril de 2019, cuando inició un incendio que provocó el colapso de parte del techo y de la memorable aguja de la estructura medieval. Pero hoy no hablaremos únicamente de la tragedia en la que se vio envuelta Notre Dame, sino de toda su grandeza desde el inicio de su historia.

Origen: la edificación de una iglesia

La catedral, que alberga la reliquia de la corona de espinas, se encuentra en la Île de la Cité (o Isla de la Ciudad), una isla en el centro del Río Sena. La ciudad estaba bien ubicada para controlar el paso de mercancías a lo largo de la vía fluvial, por lo que empezó a tener bastante flujo económico. Para el siglo X, el centro de París era una nueva potencia europea emergente. El comercio era clave para las florecientes fortunas de la ciudad, pero no sólo eso, sino que París también estaba ganando una gran reputación como centro espiritual.

La construcción de Notre Dame tomó casi dos siglos de principio a fin (1163-1345). Uno de los principales testigos de la construcción fue el obispo de París del siglo XII, Maurice de Sully. El obispo admiraba el trabajo de los arquitectos pioneros que estaban construyendo con el nuevo estilo gótico, caracterizado por sus techos altos y abundante luz. Sully decidió crear entonces una estructura así de admirable en el corazón de París: una catedral que sería la maravilla de la cristiandad y dedicada a la Virgen María.

La construcción del santuario y la nave fueron el principio de todo. En 1182, bajo el reinado del nuevo rey, Felipe II, el altar mayor fue consagrado. Maurice de Sully pudo celebrar la primera misa en la catedral, pero moriría en 1196, casi 150 años antes de que las estructuras principales y los detalles más emblemáticos de la catedral se terminaran en el siglo XII.

Los toques finales del monumento fueron implementados en el año 1300 por el maestro constructor Jean Ravy, uno de los primeros en emplear la gran innovación arquitectónica gótica. Él hizo uso de contrafuertes voladores y tirantes exteriores para ayudar a sostener el techo y las paredes. Estos arcos permiten que la fuerza impuesta por el techo alto se transfiera al exterior, dejando los muros interiores libres de soportes y mejorando la majestuosidad y la gracia del edificio.
Estas estructuras se pueden ver a lo largo del santuario y se han convertido en una de las características más emblemáticas de Notre Dame.

Saqueos y revueltas

En 1789 estalló la Revolución Francesa. Durante los 10 años que duraron las revueltas, la catedral fue descristianizada. La marca de fuego de Robespierre dedicó la iglesia al Culto de la Razón y del Ser Supremo. Una vez que la época del Terror había disminuido, la catedral retomó su antiguo papel, pero no con la misma fuerza: era tan sólo una sombra de su antiguo esplendor. Muchas de sus ventanas habían sido destrozadas y sus tesoros arrancados o profanados. Los pájaros entraban y salían a través de los cristales rotos, anidando en lo alto de las galerías y los voladizos de lo que se estaba convirtiendo en una ruina gigante.

Finalmente, en 1801, dos años después de dada por finalizada la Revolución, el gobierno de Napoleón Bonaparte firmó un acuerdo con la Santa Sede para que la Iglesia Católica retomara el control de Notre Dame. Se comenzó a trabajar de inmediato para limpiar el edificio y reparar las ventanas.

El regreso de la catedral

Notre Dame volvió a la gloria a mediados del siglo XIX, debido en gran parte al novelista Victor Hugo. En pleno auge del romanticismo francés, Victor Hugo encabezó el resurgimiento del interés por el pasado medieval y el arte gótico. La exitosa novela que le volvió a dar vida a la catedral fue El jorobado de Notre Dame, escrita en 1831. En ella, Victor Hugo imagina la agitación medieval de París, “mezclada, combinada, y amalgamada en Notre Dame”.

La novela, ubicada dentro y alrededor de la catedral, la difícil situación de Quasimodo, el campanero jorobado de la catedral y la hermosa gitana Esmeralda, dispararon la imaginación de los lectores franceses. Los parisinos y las autoridades de la ciudad se reunieron alrededor del edificio en descomposición como un tesoro que vale la pena restaurar.  Victor Hugo escribió:

“Es difícil no indignarse ante las innumerables degradaciones y mutilaciones que tanto el tiempo como los hombres han causado en el venerable monumento”.

El arquitecto Eugène Viollet-le-Duc fue elegido en 1844 para dirigir la restauración de la catedral. Durante casi 25 años, se esforzó por revivir la fuerza y ​​belleza de Notre Dame. Él restauró la fachada oeste y la Galería de los Reyes, y también agregó nuevas características: una torre imponente, esculturas de los Doce Apóstoles y las ahora famosas gárgolas y quimeras que se posan en los muros de piedra.

***

En el siglo XIX, la ciudad de París comenzó a modernizarse de manera que beneficiaría a la antigua catedral. En la década de 1850, Napoleón III empleó al urbanista Baron Haussmann para llevar a cabo una regeneración urbana masiva de París, durante la cual muchos de los viejos edificios de la ciudad serían eliminados para crear bulevares y grandes plazas abiertas. Haussmann mandó derribar casas y otros edificios alrededor de la catedral para abrir una nueva plaza frente a la fachada principal. Por primera vez, los parisinos podían retroceder y contemplar la catedral en toda su grandeza. 

Desde entonces, la imagen de Notre Dame se ha vuelto inseparable de la de París. Sin embargo, ahora se debate entre la vida y la muerte. Y es que muchos de nosotros pensaríamos que después del fuerte incendio ocurrido la tarde del 15 de abril de 2019, todo está bajo control con un panorama completamente despejado, pero en realidad no es así.

 

Algunas de las fechas más relevantes de Notre Dame a través del tiempo.

 

 

La historia del Incendio

15 de abril de 2019
París, Francia

La catedral de Nuestra Señora de París había entrado en proceso de restauración días atrás. La prioridad durante este proceso era darle un respiro al techo de la catedral. Su desgaste era ya motivo de preocupación para los sacerdotes y administradores de Notre Dame, para los secretarios de cultura de Francia y para los habitantes de París. La empresa responsable de la restauración, Le Bras Frères, mandó a instalar andamios metálicos de más de 500 toneladas a 100 metros de altura para poder realizar las labores de restauración de la mejor forma. Nadie contaba con que al rededor de ese hecho iniciarían la tragedia y el infierno que le esperaría días después a Notre Dame, el corazón de París.

6:00 pm. Comienza la última misa del día antes de que la catedral cierre sus puertas. Los obreros habían terminado su jornada. Se calcula que hay más de 2 mil turistas adentro.

6:20 pm. Una primera alarma suena. El sacerdote no detiene la misa pues confía en las indicaciones del personal de seguridad. El vigilante encargado, que llevaba pocos días trabajando y que aparte estaba doblando turno, no identifica claramente la fuente del incendio. Cree que la alarma se activó por error.

6:43 pm. Una segunda alarma alerta a todos. Los 23 minutos más valiosos del corazón de la Isla La Cité en París habían transcurrido. Suben al ático. El fuego ya abrazaba las viejas maderas, los andamios ardían y las llamas subían a toda velocidad hasta la famosa aguja de la catedral.

La misa se interrumpe. Se evacua a todos; la confusión es completa. Los turistas graban lo que pueden, transmiten en vivo, los medios llegan tarde buscando fuentes, nadie entiende qué está pasando.

Los bomberos llegaron al sitio minutos después de que el incendio había sido confirmado, pero en ese momento, la gran espiga del cimborrio amenaza ya con caerse.
Mucha gente en el mundo se preguntaba por qué los bomberos no apagan el recinto con agua como cualquier otro incendio. La explicación a esto es que la presión del agua que se ejerciera sobre la catedral, tenía que ser mínima y estar muy controlada, esto debido a la antigüedad de la edificación pero principalmente a que la piedra caliza con la que están construidos los muros y las paredes de la catedral, absorbería la gran cantidad de agua, provocando la desestabilización de la estructura y su inminente derrumbe.

7:50 pm. La Aguja icónica de Notre Dame se caía y atravesaba como daga el techo la Iglesia. El humo, cargado de altas cantidades de plomo tóxico, viajaba a kilómetros y se inundaba en el Río Sena. Los parisinos se miraban tristes, preocupados y distantes. Uno de sus símbolos más importantes se perdía. El devastador calor y el fuego, cesaban poco a poco el latir del corazón de París.

A las 4:00 am, el fuego cesó.

***

La pregunta recurrente los días después del incendio de Notre Dame era, ¿qué se perdió realmente? La respuesta puede ser simplemente una: la catedral no volverá a ser lo que fue.

Ya en otras ocasiones había sido amenazada por la destrucción. Por ejemplo, durante la Revolución Francesa en 1793, los reyes de su fachada fueron arrancados pensando que eran franceses y no de Judea, las campanas originales fundidas para hacer cañones y los vitrales prácticamente destruidos. Pero 23 años de remodelaciones y restauraciones en el siglo XIX, dejaron a la Señora de Paris más hermosa que nunca.

Hoy, las preguntas son otras y las respuestas pocas: ¿cómo van las obras? ¿Han avanzado? ¿Qué ha pasado con el concurso que lanzarían para su reconstrucción? ¿Cuándo tendremos una nueva catedral en París?

Tal pareciera que Notre Dame no se dejará curar, a un problema se le ha sumado otro y otro más. Las promesas a bote-pronto, en el calor de la tragedia, no midieron la realidad de las circunstancias, ni todo lo que en ese momento era desconocido. Es verdad que hay donaciones de millones de euros, pero el dinero no siempre lo puede todo.

La propuesta embellecida de levantar Notre Dame se ha visto detenida por lo mecánico, estructural, químico y ahora médico, ya que el coronavirus también ha detenido todo avance-.

Por eso parece que la Señora de Paris quiere su tiempo de luto y descanso, de mensaje cimbrado.

El 15 de abril ya no sólo seguirá siendo recordado por el nacimiento de Da Vinci o por el Día Mundial del Arte, sino por la pérdida hecha fuego que dejó atrás la forma que conocimos de Notre Dame, la que inspiró a Victor Hugo dando asilo a Cuasimodo y Esmeralda, la de los fieles y los turistas.

Sin duda el tiempo está siendo el mensajero de estos días, así como el orden y el cuidado también, tal como lo que necesita Notre Dame.

¿Quieres saber cuáles son los avances que hasta el momento ha habido en la restauración de la Catedral de Notre Dame? Encuentra más contenidos como este en nuestro podcast.

Enviar un comentario