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Las Ventajas De Ser ¿Invisible?

“Así que esta es mi vida. Y quiero que sepas que estoy tanto feliz como triste,
y estoy tratando de averiguar lo que eso significa.”
–Charlie.

Compañía en momentos de soledad. Eso es lo que la película “Las Ventajas de Ser Invisible” (2012) significó para mí desde la primera vez que la vi. La historia gira al rededor de Charlie, un adolescente cuya vida ha sido marcada por varios sucesos trágicos como el suicidio de su mejor amigo y el abuso que sufrió durante su infancia, que no ha logrado superar, y que funciona como detonante de sus crisis emocionales.

Es hasta que Charlie conoce a Sam, una chica en una búsqueda constante por reinventarse a sí misma, y a su medio hermano Patrick, un chico gay, extrovertido y bastante sabio a quien no le importa el qué dirán, cuando empieza a descubrir que él no es el único “invisible”.

Charlie es un observador silencioso, sensible e introvertido que ha experimentado la crueldad de la sociedad.

¿Y es que quién de nosotros no experimentó durante la adolescencia el rechazo o la ansiedad que provoca el querer pertenecer, fallar y sentir que algo anda mal contigo?

Parafraseando a George Orwell, todos las vivencias son iguales, pero unas más iguales que otras. Creo que es por eso que a mis dieciséis años, edad en la que vi la película, Charlie, Sam y Patrick, se convirtieron en mis amigos. En esas personas que me hicieron sentir que “ser invisible” o “rara” no estaba mal.

Las ventajas de ser invisible: Sinopsis, tráiler, reparto y crítica

Charlie (Logan Lerman), Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson) en “Las ventajas de ser invisible”.

Sí. ¡Todos somos Charlie! O al menos lo hemos sido una vez en la vida. Charlie se refugia de sus dolorosos recuerdos en los libros, detrás de su máquina de escribir, en las cartas que le escribe a un amigo sin nombre que nos hacen conocer aún más su mundo interior.

“No sé si alguna vez te hayas sentido así. Como si quisieras dormirte por mil años.
O simplemente no existir. O no estar consciente de que existes.”
– frAGMENTO DE CARTA DE CHARLIE

Estas cartas son íntimas y únicas, graciosas y devastadoras. A través de ellas sabemos su actitud ante la vida en la escuela, sus primeras citas, los dramas familiares, los nuevos amigos y la música. ¡Ah, la música!

Si hay algo que disfruto en demasía de esta película es su increíble selección de canciones y el perfecto uso que cada una de ellas tiene en la narración.  Nirvana, David Bowie, The Smiths, Fleetwood Mac, Morrisey y Dexis Midnight Runners son algunos de los grupos que se escuchan.

La música juega como un personaje más en la trama. Sin ella no se lograría experimentar esa atmósfera nostálgica de los 80′ y 90′ en la que vive Charlie, llena de tristeza, inocencia y amor. La música influye en las acciones y pensamientos de los personajes y aparece de tres formas principales: en mezclas de cintas, en discos de acetato y en la radio. Cada canción que se escucha captura experiencias inolvidables y sentimientos compartidos que simplemente no se podrían expresar con palabras.

Charlie nos enseña con la música, que vivimos en un mundo en el que sólo es necesario dar con la canción perfecta mientras conduces para sentirte infinito.

Un dato curioso que debo contar, es que en aquellos tiempos cuando conocí la película, había una canción que no me dejaba en paz, que la escuchaba día y noche porque sentía que me entendía y que era la perfecta para acompañar mi sentir. Asleep, de The Smiths era ella, considerada por muchos como una de las canciones más tristes de la historia. Para mi sorpresa, Charlie se topa con esta misma canción y la adopta como su leitmotiv. ¡Qué manera más curiosa de sentirme familiar a él!

¡Aquí te dejo algunos de mis momentos favoritos de la película acompañados de grandes canciones!

“Sam: ¡Oh, my god! They’re playing good music!
Patrick: They, they’re really playing good music!”

 

Otro de los puntos fuertes de la película es sin duda el extraordinario cast que tiene. Entre sus actores se encuentra Logan Lerman (“Percy Jackson”) como Charlie, el imponente Ezra Miller (“Tenemos que hablar de Kevin”) como Patrick y la espectacular Emma Watson (“¿Quién no conoce a Emma Watson?”) como Sam. Y por si fuera poco, cuenta con la actuación especial de Paul Rudd, nuestro querido “Ant-Man”, como el Profesor Anderson. ¿Qué más podemos pedir a la vida?

La complicidad entre los personajes hacen de este filme algo memorable. Sin amigos en la adolescencia sería imposible definirnos a nosotros mismos. De ellos adoptamos una parte de nuestra personalidad y son ellos quienes nos confrontan y nos aceptan con todos los defectos y carencias que cualquier individuo a esa corta edad suele tener.

Y son también ellos, los cómplices, los que ven lo invisible, lo que realmente vale la pena, la verdadera esencia de las personas.

“Las ventajas de ser invisible” (2012) es un viaje a reconciliarnos con los recuerdos dolorosos de nuestra vida, es un recordatorio de que nuestras emociones, sean cuales sean, son válidas.


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