
Hablemos De Cine Surrealista
El surrealismo fue un movimiento artístico que tuvo un gran impacto en la pintura, escultura, literatura, fotografía y cine. Los surrealistas, inspirados por las teorías de los sueños y el inconsciente de Sigmund Freud, creían que la locura era la ruptura de las cadenas de la lógica y afirmaban que la creatividad que nacía del inconsciente de un artista era más auténtica y poderosa que la derivada de la consciencia.
Creían que el lenguaje de los sueños revelaba los sentimientos y deseos ocultos. Estas ideas eran representadas en su arte a través de imágenes que parecerían imposibles en la realidad, yuxtaponiendo formas poco probables en paisajes inimaginables.
El surrealismo surgió en París en 1924, con la publicación del Manifiesto surrealista de André Breton y terminó aproximadamente en 1940. Pero a pesar de que como movimiento finalizó, el surrealismo nunca ha desaparecido como un principio artístico creativo.
Si bien es cierto que en el surrealismo el tipo de arte que más sobresalió fue la pintura, otros tipos de arte como el cine no se quedaron atrás. Echemos un vistazo a algunas de las características principales del cine de esta corriente y revisemos una de las películas más emblemáticas, “El Perro Andaluz”, de Luis Buñuel.

“El gran poeta” (1930), Jean Cocteau.
Surrealismo en el cine
Los artistas de esta corriente vieron en el cine una de las formas más atractivas de expresión. Conforme se iba desarrollando el cine, a partir de 1920 en París, muchos surrealistas vieron en este medio la oportunidad de capturar el mundo real y transformarlo en el mundo de los sueños. La cámara fotográfica les permitió lo que otras artes no: superponer y sobreexponer, hacer movimientos rápidos, cámara lenta, movimiento inverso y muchos otros efectos que permitían transformar la imagen original en algo nuevo.
El cine se volvió el medio para desafiar e ir mas allá de los límites entre la realidad rozando la fantasía, principalmente modificar el espacio y el tiempo. Al igual que los sueños, el cine dejaba de tener límites y reglas. Uno de los directores más emblemáticos del surrealismo y de la historia del cine, Luis Buñuel (1900-1983), declaró:
“La película parece ser la imitación involuntaria del sueño”.
De esa forma el automatismo se convirtió en una de las características del surrealismo, en defensa de la expresión artística sin límites y sin el control de la razón. Para lograr este objetivo, los artistas llegaron a elaborar obras en estados de trance e hipnosis.
Características del cine surrealista
Las nuevas técnicas y enfoques del surrealismo liberaron a la cinematografía de la narración tradicional, transformando ese medio en uno para explorar, revelar y replicar el funcionamiento interno de la mente. Las películas surrealistas a menudo nos dejan con imágenes impactantes que se alojan en nuestra psique y nos privan de narraciones fácilmente legibles.
La pantalla de cine se convierte en un portal a través del cual el espectador puede viajar hacia mundos poco tradicionales, que van desde los sueños sexuales de un sacerdote, la búsqueda de un poeta a través de un espejo y una obsesión con una estrella de mar, hasta una herida que emite hormigas vivas.
Algunas de las características de esta creación artística:
- Criticaba los principios estéticos y morales para escandalizar a la sociedad burguesa.
- Los temas recurrentes eran: el erotismo, la sexualidad, la fantasía onírica, el humor sin escrúpulos y cruel, lo prohibido, el anti-fascismo, la religión, la moralidad, la burguesía.
- Construían escenarios para provocar la confusión de los tiempos y espacios.
- Experimentaban con el automatismo psíquico, el subconsciente, lo irracional, el psicoanálisis y criticaban la racionalidad.
- Sus objetivos eran: violentar, desconcertar, provocar y criticar su época.
- El guión rompía con la narración lineal clásica, es decir, no existía un relato cronológico ni racional. Trataban de dejar libre al pensamiento.
- Las uniones entre secuencias y planos solían carecer de sentido. Las transiciones entre escenas las realizaban superponiendo imágenes.
- Recurrían a la comparación, a lo simbólico y a lo conceptual.
Buñuel, Dalí y “El perro andaluz”
Una de las películas más representativas del surrealismo es “El perro andaluz” (1929), dirigida y producida por Luis Buñuel, en colaboración con Salvador Dalí. Es considerada la representación del manifiesto surrealista del cine. Es una compilación de sueños e ideas salidas de las mentes de esos grandes genios. Buñuel, como director y productor, partió junto con Dalí para la elaboración del guión siguiendo la siguiente premisa surrealista:
“No aceptar explicación racional, psicológica o cultural. Abrir todas las puertas a lo irracional.”
El estreno fue en París y cumplió su cometido, la gente salió espantada e impresionada. Y es que sí, la obra es provocativa y va en contra de toda lógica. Su objetivo principal era “destruir la cultura burguesa”, violentar, desconcertar y criticar su época.
Un dato curioso es que el dramaturgo Federico García Lorca, amigo de Buñuel y Dalí, se mostró renuente ante el corto y dijo sobre él que era “una pequeña mierda de película”. Tiempo después se especuló que quizá la reacción irritada de Lorca fue porque pensó que el personaje de Batcheff, que poseía un comportamiento ridículo con una violencia sexual siniestra, estaba inspirado en él.
El cortometraje de 17 minutos de duración, en blanco y negro mudo, incluye melodías de Richard Wagner, Beethoven y algunos tangos argentinos.
Una de las escenas más emblemáticas, polémicas e importantes, que se convirtió en símbolo del cine surrealista, es en la que Buñuel corta el ojo de una mujer con una navaja. Esta escena fue realizada, utilizando el ojo de un cordero.
Este acto es considerado como “castración simbólica”. De alguna manera nos sugiere que para mirar la película y la vida en general, es necesario que antes nos ceguemos de todo aquello que tenga una perspectiva burguesa y lo que ésta conlleva: los valores morales, inhibiciones y las costumbres aprendidas.
A lo largo de “El perro andaluz” corren un desfile de imágenes y viñetas y cualquiera que espere una pintoresca película muda quedará muy decepcionado. Dalí y Buñuel querían que fuera tan misterioso e ilógico como un sueño; de hecho, el guión surgió durante una conversación que cada uno tuvo sobre los sueños del otro y el escenario se desarrolló mientras pasaban una semana en la casa de Dalí en España, sugiriendo imágenes cada vez más incongruentes.
Puedes mirar desde aquí la película completa.
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